Energía: Las vitaminas B, especialmente B1 (tiamina), B2 (riboflavina), B3 (niacina), B5 (ácido pantoténico) y B6 (piridoxina), están involucradas en la conversión de carbohidratos, grasas y proteínas en energía. La administración intravenosa puede proporcionar un impulso rápido de energía, útil para personas con fatiga crónica o que se están recuperando de una enfermedad.
Función Cognitiva y del Estado de Ánimo: Las vitaminas B6, B9 (ácido fólico) y B12 (cobalamina) son esenciales para la síntesis de neurotransmisores y la salud neurológica. Pueden mejorar la memoria, la concentración y el estado de ánimo, y reducir los síntomas de depresión y ansiedad.
Soporte para la Salud Cardiovascular: Las vitaminas B6, B9 y B12 juegan un papel crucial en la reducción de los niveles de homocisteína, un aminoácido asociado con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular. La administración intravenosa puede ayudar a mantener niveles saludables de homocisteína, reduciendo así el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
Salud de la Piel, el Cabello y las Uñas: Las vitaminas B2, B3, B5, B7 (biotina) y B12 son importantes para la salud y el mantenimiento de la piel, el cabello y las uñas. Pueden mejorar la apariencia y la salud de la piel, fortalecer el cabello y las uñas, y tratar condiciones como la dermatitis y la alopecia.
Sistema Inmunológico: Las vitaminas B6 y B12 son esenciales para la producción y función de las células inmunitarias. Pueden fortalecer el sistema inmunológico, ayudando al cuerpo a combatir infecciones y enfermedades con mayor eficacia.
Digestiva: Las vitaminas del complejo B, especialmente B1, B2, B3 y B6, son importantes para la salud del sistema digestivo. Pueden mejorar la digestión, reducir la inflamación del tracto gastrointestinal y aliviar problemas digestivos como la indigestión y la colitis.